En un mundo cada vez más urbano, la necesidad de conectarnos con la naturaleza y fomentar prácticas sostenibles se vuelve imperativa. El ecologismo y el deporte al aire libre urbano son dos movimientos que comparten una visión común: promover un estilo de vida en armonía con el medio ambiente en el que vivimos. El uso de nuestros espacios urbanos en las actividades cotidianas de nuestro día a día, depende en gran medida que preservemos nuestras áreas verdes urbanas y creemos un futuro sostenible para nuestras ciudades.
El ecologismo urbano se refiere a la aplicación de prácticas sostenibles en entornos urbanos. A medida que las ciudades crecen, el asfalto y los coches tienden a “devorar” los espacios “no usados” de las ciudades, esta ha sido la corriente de urbanismo imperante hasta hace bien poco. Entender las ciudades como grandes corredores donde los ciudadanos usamos ese espacio para desplazarnos de casa al trabajo, del centro de salud al cine… en esa concepción no caben espacios verdes, masas forestales… Gracias a Dios esa visión esta cambiando y cada vez más se entiende un urbanismo más antropocéntrico donde buscamos humanizar el espacio público. Promovemos una convivencia más equilibrada entre las personas y urbe. Este urbanismo, impulsado desde las administraciones, no esta consolidado. Carriles bici que han “robado” espacio al coche y que no tienen ciclistas, parques vacíos, bancos que quitan plazas de aparcamientos que no se sienta nadie…. Se ha creado la infraestructura, pero no se usa.
¿Por qué en los Países Bajos el uso de la bicicleta es masivo y no en España?
El deporte al aire libre urbano es una forma de dar uso a los espacios verdes de nuestras ciudades.
El deporte al aire libre urbano ofrece una plataforma única para promover el ecologismo en entornos urbanos. Al utilizar los espacios verdes disponibles en las ciudades, como parques o playas, las personas pueden disfrutar de actividades físicas al tiempo que se conectan con esa naturaleza urbana. Correr, andar en bicicleta, practicar yoga al aire libre y otros deportes similares son excelentes ejemplos de cómo el deporte puede fusionarse con el entorno urbano de manera sostenible.
Si lo pensamos, hacer deporte en si es una actividad que nos parece ecológica… ¿pero realmente lo es?
Primero, hay que ir a un gimnasio. Desplazamiento en coche a la ida y la vuelta. Buscamos plaza de aparcamiento y estacionamos. Este sencillo acto reflejo que hacemos casi sin pensar una media de 2 veces por semana nos lleva a un consumo medio de 385 kms anuales por deportista. Eso son más de 55.000gr de CO2 vertidos en la atmosfera.
Ahí, tenemos gasto de luz, aire acondicionado, que necesitamos para hacer nuestros ejercicios.
Después ducha, consumo de agua.
¿Quién no tiene un parque o un espacio urbano donde pueda practicar deporte cerca de su casa? Donde pueda bajar andando. Donde no busque aparcamiento. Teniendo en cuenta que en España el 26% de la población hace deporte, ahorraríamos unas 700Tn de CO2 al año.
Damos un uso a esa infraestructura urbana y demandaríamos más espacio, con mas árboles, con más infraestructura para este uso. Aprovecharíamos la cuidad para un uso más amable. Conectamos con la naturaleza y la conciencia ambiental. Al realizar actividades al aire libre, las personas experimentan de primera mano los beneficios de los espacios verdes y se convierten en defensores naturales de la protección de estos entornos.
La Agenda 2030 es un plan de acción global adoptado por las Naciones Unidas en 2015 para abordar los desafíos sociales, económicos y medioambientales que enfrenta nuestro mundo. Se compone de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abarcan diversas áreas.
Dentro de la Agenda 2030, el deporte desempeña un papel fundamental en la consecución de varios ODS, incluyendo el ODS 3: Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos en todas las edades, pero sobre todo el ODS 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
El deporte al aire libre en las ciudades contribuye de manera significativa a la consecución de estos objetivos. La Agenda 2030 aborda el deporte al aire libre en las ciudades como forma de promover la salud y bienestar de los individuos, permite que todas las personas puedan hacer del deporte, también ayuda a inclusión social y cohesión de la comunidad.
El ecologismo y el deporte al aire libre urbano son aliados poderosos en la lucha por un futuro sostenible en nuestras ciudades. Al combinar la conexión con la naturaleza y la práctica deportiva, podemos promover estilos de vida más saludables y respetuosos con el medio ambiente. Al adoptar prácticas sostenibles y fomentar la conciencia ambiental, el deporte al aire libre urbano puede convertirse en una herramienta poderosa para impulsar el cambio y construir ciudades más sostenibles y habitables para las generaciones futuras.